¿Qué son?
Las tarjetas revolving son una modalidad de tarjetas de crédito con las que el consumidor puede aplazar automáticamente las compras o disposiciones en efectivo que realice con ellas y cuyo crédito aumenta conforme amortiza las cantidades, dentro del límite contratado.
Por tanto, se trata de un contrato de crédito en el que se establece un límite, dentro del cual el usuario puede disponer de la cantidad contratada, que suele oscilar entre los 600 y los 6.000 euros.
Es decir, que si hemos contratado una tarjeta revolving con un límite de 600 euros, siempre que no lleguemos a ese tope, podremos disponer del crédito pendiente, resultando que las cantidades devueltas vuelven a formar parte del crédito disponible.
Por ejemplo, si realizo una compra de 400 euros , y devuelvo 100, tendré un crédito disponible de 300 euros:
+600 límite contratado
-400 de compra realizada
+100 devueltos
300 euros de crédito disponible
INTERESES USURARIOS
La problemática de estos “minicréditos” reside en que, si bien por una parte permiten disponer de capital con facilidad y aplazar el pago mediante cuotas fijas o proporcionales, lo cierto es que aplican unos intereses muy altos, entre el 20 y el 30%, ante lo cual el Tribunal Supremo ya se ha pronunciado considerando el referido interés usurario, y por tanto se puede reclamar la nulidad del contrato y la devolución de los intereses abonados de más.
¿Lleva años pagando cuotas y aún no ha liquidado su deuda? Es posible que tenga una tarjeta revolving. Podemos ayudarle, solicite más información a través de nuestras vías de contacto.